Huelguis nos ofrece otra de sus estupendas editoriales, ale, poneos las gafas de leer y al tajo, que tiene tela:
LA MERIENDA DE NEGROS.
En estos días se oyen algunos tambores de guerra, que otra vez y para no variar nos afectan, ahora parece ser que se trata de otra vuelta de tuerca sobre el tema de la Nueva Oficina Judicial , si esa idea que no llego a imaginármela realmente como sería y que no se muy bien que se persigue con ella, porque si buscan mayor eficacia en la Administración de Justicia, en mi opinión el camino no está en ponerla patas arriba y darla la vuelta como un calcetín. Pero ya no solo esa “idea” de Nueva Oficina Judicial es suficiente, ahora parece ser que PSOE y PP van a presentar conjuntamente para su tramitación en el Senado varias enmiendas que afectan directamente a derechos que tenemos ¿consolidados?, y lo pongo en interrogación, ya que al menos yo nunca me plantee que me los pudieran tocar, pero por lo que se ve parece que si. Respecto a las últimas noticias, he entendido y puedo estar equivocada, que las UPADs de todos los órganos judiciales de un municipio se integran en un centro (no se si edificio, planta o aseos), mezclando por ejemplo en ese centro jurisdicción contencioso-administrativa, penal, social, Audiencias Provinciales y el conjunto de UPADs de los Tribunales Superiores de Justicia, y daría igual que fueran órganos colegiados o unipersonales; o sea una especie de cajón de sastre para tramitar distintos procedimientos judiciales al margen de su naturaleza y características, y a donde iríamos a parar sin saber por ejemplo si tramitaríamos procedimientos penales, de jurisdicción contencioso administrativa o social, ya fueran los que corresponden conocer a órganos unipersonales o colegiados, o sea, si se me permite la expresión: “ Un chocho de organización”, por lo tanto en vista de ello y entendiéndolo como lo entiendo, si así se da el caso y pides traslado tan solo podría ser de un municipio a otro y si así fuera, no sabrías lo que te tocaría hacer, y en caso de que no te guste o estés incómodo solo te quedarías con la frustración que no en pocos casos llegaría al absentismo laboral y falta de profesionalidad debido al desencanto con la situación. Añadamos a ello que parece ser que se va a realizar el trabajo como en una especie de cadena de producción en cuanto a la tramitación de los procedimientos, y esto en no pocos procesos judiciales, en mi opinión, dada su naturaleza y peculiaridad del objeto de debate y el haz de derechos que puedan entrar en juego y su modulación pueden perderse por el camino de la tramitación “en cadena o serie”, corriendo así el riesgo de no quedar reflejados en la forma debida en la resolución que se dictase poniendo fin al procedimiento o en su momento procesal si así fuera procedente, y todo ello porque lo han “tocado demasiadas manos” en su tramitación sin saber muy bien que ha hecho el anterior compañero y porque, ni por donde van los tiros.
Pero no solo esto, al parecer la reforma reconoce de forma indirecta que hacemos muchas funciones que no nos corresponde actualmente, pero lejos de reconocerlo de forma abierta y su correspondiente retribución, pasan al parecer a atribuirnos dichas funciones directamente pero sin retribución, legalizando así la situación de hecho que se está dando en no pocos juzgados e intentando justificar el papel del secretario judicial estableciendo su responsabilidad de dichos actos materiales que nosotros realizaríamos, solo faltaba eso, que si firman dichos actos no fueran responsables (pero a este paso…), a todo esto señalar que se nombrarán de jefecillos a compañeros que visto lo visto y no en pocas ocasiones, lejos de los criterios de mérito y capacidad, reunirán esos requisitos que tanto se valoran ahora en estos tiempos: inutilidad, pelotilleo y arribismo. Esta Nueva Oficina Judicial me la imagino como un dibujo de esos a plumilla o carboncillo que refleja como se desarrollaba el trabajo en una fábrica en la Inglaterra del siglo XVIII , tan solo faltarían los niños trabajando y jornadas laborales inhumanas ( que en este último punto todo se andará visto lo visto); es decir: llena de funcionarios tramitando en cadena, desmotivados, desencantados y con pocas posibilidades o nulas de salir de esa situación, y bajo la mirada de uno igual que nosotros que ejerce de jefecillo y elegido a saber con que criterios, pero seguro que no en pocas ocasiones sería nombrado por listo y no por inteligente, por lo tanto a la mínima vacante que quedase mejor que el puesto que desempeñásemos en ese momento las dentelladas entre nosotros van a ser mortales, y desde luego no se me ocurre mejor escenario para llevar a cabo esa idea estratégica de “divide y vencerás” y nuestra máxima será : “maricón el último”; ojalá no pase eso por nuestro bien y por el bien de la justicia de este país. Eso esperemos.
La Huelgui.
Leer más
En estos días se oyen algunos tambores de guerra, que otra vez y para no variar nos afectan, ahora parece ser que se trata de otra vuelta de tuerca sobre el tema de la Nueva Oficina Judicial , si esa idea que no llego a imaginármela realmente como sería y que no se muy bien que se persigue con ella, porque si buscan mayor eficacia en la Administración de Justicia, en mi opinión el camino no está en ponerla patas arriba y darla la vuelta como un calcetín. Pero ya no solo esa “idea” de Nueva Oficina Judicial es suficiente, ahora parece ser que PSOE y PP van a presentar conjuntamente para su tramitación en el Senado varias enmiendas que afectan directamente a derechos que tenemos ¿consolidados?, y lo pongo en interrogación, ya que al menos yo nunca me plantee que me los pudieran tocar, pero por lo que se ve parece que si. Respecto a las últimas noticias, he entendido y puedo estar equivocada, que las UPADs de todos los órganos judiciales de un municipio se integran en un centro (no se si edificio, planta o aseos), mezclando por ejemplo en ese centro jurisdicción contencioso-administrativa, penal, social, Audiencias Provinciales y el conjunto de UPADs de los Tribunales Superiores de Justicia, y daría igual que fueran órganos colegiados o unipersonales; o sea una especie de cajón de sastre para tramitar distintos procedimientos judiciales al margen de su naturaleza y características, y a donde iríamos a parar sin saber por ejemplo si tramitaríamos procedimientos penales, de jurisdicción contencioso administrativa o social, ya fueran los que corresponden conocer a órganos unipersonales o colegiados, o sea, si se me permite la expresión: “ Un chocho de organización”, por lo tanto en vista de ello y entendiéndolo como lo entiendo, si así se da el caso y pides traslado tan solo podría ser de un municipio a otro y si así fuera, no sabrías lo que te tocaría hacer, y en caso de que no te guste o estés incómodo solo te quedarías con la frustración que no en pocos casos llegaría al absentismo laboral y falta de profesionalidad debido al desencanto con la situación. Añadamos a ello que parece ser que se va a realizar el trabajo como en una especie de cadena de producción en cuanto a la tramitación de los procedimientos, y esto en no pocos procesos judiciales, en mi opinión, dada su naturaleza y peculiaridad del objeto de debate y el haz de derechos que puedan entrar en juego y su modulación pueden perderse por el camino de la tramitación “en cadena o serie”, corriendo así el riesgo de no quedar reflejados en la forma debida en la resolución que se dictase poniendo fin al procedimiento o en su momento procesal si así fuera procedente, y todo ello porque lo han “tocado demasiadas manos” en su tramitación sin saber muy bien que ha hecho el anterior compañero y porque, ni por donde van los tiros.
Pero no solo esto, al parecer la reforma reconoce de forma indirecta que hacemos muchas funciones que no nos corresponde actualmente, pero lejos de reconocerlo de forma abierta y su correspondiente retribución, pasan al parecer a atribuirnos dichas funciones directamente pero sin retribución, legalizando así la situación de hecho que se está dando en no pocos juzgados e intentando justificar el papel del secretario judicial estableciendo su responsabilidad de dichos actos materiales que nosotros realizaríamos, solo faltaba eso, que si firman dichos actos no fueran responsables (pero a este paso…), a todo esto señalar que se nombrarán de jefecillos a compañeros que visto lo visto y no en pocas ocasiones, lejos de los criterios de mérito y capacidad, reunirán esos requisitos que tanto se valoran ahora en estos tiempos: inutilidad, pelotilleo y arribismo. Esta Nueva Oficina Judicial me la imagino como un dibujo de esos a plumilla o carboncillo que refleja como se desarrollaba el trabajo en una fábrica en la Inglaterra del siglo XVIII , tan solo faltarían los niños trabajando y jornadas laborales inhumanas ( que en este último punto todo se andará visto lo visto); es decir: llena de funcionarios tramitando en cadena, desmotivados, desencantados y con pocas posibilidades o nulas de salir de esa situación, y bajo la mirada de uno igual que nosotros que ejerce de jefecillo y elegido a saber con que criterios, pero seguro que no en pocas ocasiones sería nombrado por listo y no por inteligente, por lo tanto a la mínima vacante que quedase mejor que el puesto que desempeñásemos en ese momento las dentelladas entre nosotros van a ser mortales, y desde luego no se me ocurre mejor escenario para llevar a cabo esa idea estratégica de “divide y vencerás” y nuestra máxima será : “maricón el último”; ojalá no pase eso por nuestro bien y por el bien de la justicia de este país. Eso esperemos.
La Huelgui.