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Las puñeteras bolas

BAJAR O NO BAJAR...

. sábado, 20 de febrero de 2010
6 comentarios

Mañana estamos convocados por el CSIF a una concentración en la puerta de nuestros juzgados, como señal de protesta contra la implantación de la NOJ y la política de negociación del Ministerio. Los demás sindicatos de la plataforma, en teoría “unitaria”, no secundan esas concentraciones, es más, han afeado en algún comunicado la estrategia del CSIF de actuar por su cuenta, y sin embargo, ya han presentado al Ministerio su propio calendario de movilizaciones que comenzará a mediados de marzo, si la memoria no me falla, con idénticas reivindicaciones.

Deduzco, por tanto, que el problema del desencuentro entre nuestros sindicatos no es tanto el motivo de las protestas, sino el momento de realizar estas. A unos les corre mucha prisa, a otros les parece mejor esperar. Yo pienso que ambos llegan tarde a la cita, pero es una apreciación totalmente personal y tampoco tengo elementos suficientes de juicio para decidir si ellos están equivocados o soy yo.

Estrategias sindicales al margen, cuando preguntas a tus delegados más cercanos, aseguran por activa y por pasiva que la unidad en la negociación de la mesa es real, que ahí, sí que van todos a una y que están haciendo un gran esfuerzo por que dicha unidad no se rompa, por el bien de la mayoría, o sea, nosotros. Haciendo un gran esfuerzo yo también, voy a suponer que me lo creo… ¿y ahora qué?

Los motivos para bajar el lunes a pitar a la puerta del juzgado los comparto, y además, creo que ya iba siendo hora de tomar el pulso al funcionario de a pie, a ver por dónde respira, si de verdad le interesa algo este tema tan recurrente estas últimas semanas de la dichosa NOJ, o si, tal y como se ha dicho siempre “ En esta casa la gente sólo se mueve cuando hay perras por medio”. Lo que no comparto, y lo que me hace dudar en si bajar finalmente o quedarme en mi puesto, es el temor, bastante fundado a estas alturas de la película, de que se nos utilice como arma arrojadiza, que sirvamos para que algunos se cuelguen la medalla, y los otros se escuden en ello para levantar aún más el muro que les separa.

Piden unidad de acción, unos y otros, pero cualquier excusa les sirve para intentar desmarcarse, y ser ellos los primeros, pues políticamente les interesa. Si el gobierno central fuese de otro signo político, estoy segura de que los papeles se habrían invertido, pero la actuación habría sido la misma.

Lo más preocupante del caso, es que en el otro lado de la mesa, están unos señores con corbata que deben estar encantados. Dudo mucho que en esta ocasión necesiten Lacuerdas o Segarras.
En definitiva, que todavía no he decidido lo que haré, el cariño personal que tengo por mis delegados-currantes (de uno y otro sindicato, que tanto me da), hacen que sea más difícil decir que NO CUENTEN CONMIGO.
Porque en el fondo, tal vez todo se resuma en algo muy sencillo: HACER LO QUE TE PIDA EL CUERPO. Así que a ver con qué cuerpo me levanto el lunes, ya veremos.

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