Un tema añejo en Territorio Comanche, que siempre sale tarde o temprano en las charletas y corrillos entre funcionarios, es el del control horario.
En seguida salen partidarios y detractores del mismo. Entre los primeros, el principal argumento que se esgrime es que con un sistema que controle el horario que realizamos, ningún juez o secretario te puede exigir que realices más horas porque hay "una cosa urgentísima e inaplazable que tiene que salir ya". O que servirá para que los compañeros con tendencia a columpiarse lo hiciesen menos. También de cara al público, se taparían muchas bocas que hablan de las eternas horas del desayuno de los vagos de los funcionarios, mire usté que vergüenza.
Por mi experiencia, no creo mucho en la eficacia de los controles horarios. Durante 7 años estuve fichando religiosamente todos los días y os aseguro que ninguno de los 3 aspectos mencionados antes se solucionaba por el hecho de tener una tarjetica con mi foto y un chisme para fichar en las puertas de los juzgaos.
Muchas tardes me he quedao a currar, pasada la hora de fichaje, porque si el papel te está comiendo, te quedas y lo haces, y punto. Y yo también he hecho trampas, llegando a las 7 y media de la mañana a meter la fichica y me he pirao acto seguido al bar de turno a desayunar café con bocata de fuet (joer, que ricos estaban, por cierto).
En cuanto a los compis que se columpian, lo van a seguir haciendo, con ficha o sin ficha. Pero yo os pregunto: ¿qué os parece más coherente?, ¿un tio que llega a las 9 al juzgado y se pone a currar, o uno que llega a las 8 y abre el periódico hasta que llegan el juez o el secretario?. Si llegas a las 8 y te pones a currar, entonces no digo nada, que sé que de esos también hay, y bastantes, por cierto.
En cuanto a la imagen frente al ciudadano, me parece que poco o nada va a cambiar, opr el hecho de que nosotros fichemos o no. Las horas de atención al público son las que son, y eso es lo que ven ellos.
Otro tema espinoso es que los secretarios judiciales no estén sujetos a dichos controles. No lo entiendo ni lo entenderé nunca, pero bueno, siempre ha habido clases, y en esta casa más.
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