Una Navidad más está a punto de terminar desde que esta familia macera se conoció con ocasión de una huelga que decidieron secundar libremente y porque los motivos por los que se convocaba eran justos y además demasiado prudentes en su petición, aunque ya lejana en el tiempo y no nos acordemos mucho ya de ella, estoy segura que cada vez que lo hacemos sentiremos orgullo por haberla secundado y por haber luchado como lo hicimos.
Ahora, son otras preocupaciones las que nos traen de cabeza, entre modificaciones informáticas y legislativas a las que mas o menos estamos acostumbrados y nos vamos adaptando, viene una mas inquietante, es la Nueva Oficina Judicial, por la información que tenemos y no es mucha o yo al menos no la encuentro suficiente, tenemos la sensación de estar desamparados, desprotegidos; nos da la sensación de que van a jugar con nosotros como les venga en gana, que no respetaran nuestros puestos de trabajo y nadie realmente sabe muy bien a ciencia cierta como va a ser en realidad.
Por eso, os escribo esta carta para pediros ya que sois magos y necesitamos mucha magia en la Administración de Justicia, que ese proyecto tan ambicioso y que denominan Nueva Oficina Judicial no sea un desastre en su ejecución, ya que daría al traste mas todavía a la poca motivación que últimamente tenemos; también os pido que haya mayor entendimiento entre Sindicatos y Ministerio, pero por el bien de los que trabajamos en esta Administración ya que por nuestras manos pasa prácticamente la totalidad de la tramitación de la justicia de este país; también os pido que en caso de implantarla y adolecer de errores graves a la primera evidencia se puedan rectificar con eficacia y celeridad y no miren “los papás del invento” a otro lado echando siempre la culpa a los mismos y dejando pasar el tiempo, lo digo porque parece que tienen bastante tendencia a ello.
También os pido que no nos coarten la posibilidad de movilidad como la tenemos hasta ahora, es decir, que no nos muevan a su antojo, ya que si estamos ahora en algún destino es porque lo hemos elegido y se nos ha adjudicado en un concurso de traslado en el que se han aplicado criterios objetivos, no como parece que quieren hacer: movernos de un puesto de trabajo a otro distinto según las necesidades, que parece mas un método para vestir un santo y desnudar a otro. Además hablan de puestos de trabajo, se les olvida que somos funcionarios que hemos obtenido una plaza en la administración pública, acreditando mérito y capacidad en un proceso selectivo muy duro, no nos han regalado un puesto de trabajo, ya que este último se obtiene sin acreditar mérito y capacidad o en menos medida y entra en el ámbito de la empresa privada no en el ámbito de la administración pública, pero bueno eso es la maldad que tiene la laboralización de la función publica, bueno lo dejo que me estoy yendo por otros derroteros y puedo aburrirles, pero es que cada vez creo mas que nuestros dirigentes en su calidad de titulares de la administración pública piensan como la mayoría de la ciudadanía, que somos unos vagos y unos enchufados, a los ciudadanos se les puede perdonar por ignorancia pero es inaceptable en nuestros dirigentes, en este caso y en su calidad de titulares de la administración pública y que a pesar de su preparación, confundan lo que es una plaza para prestar funciones en la administración pública con un puesto de trabajo pensado para criterios establecidos en la empresa privada; además como deben de saber bien un puesto en la administración pública entra en el ámbito de lo contencioso-administrativo para resolver posibles conflictos que pueda darse y el puesto de trabajo entra en la jurisdicción laboral.
En fin al grano, ya se que os pido mucha magia y la verdad que aunque hayamos sido “buenos” (si, ¿que pasa?, a nuestra manera lo hemos sido) os pediría que no nos perjudique en definitiva el estatus que hemos obtenido como funcionarios, no os pido privilegios, sino conservar los derechos adquiridos que parecen que cada día nos van mermando mas o están en vías de hacerlo inventando un montón de vericuetos legales.
En resumen queridos Reyes Magos os pido que no nos consideren recursos humanos, porque ante todo más que recursos humanos, somos personas, y eso parece que los Sindicados y el Ministerio lo olvidan muy a menudo.
Y por último, y no por ello menos importante, os pido que esta familia macera siga unida.
Ahora, son otras preocupaciones las que nos traen de cabeza, entre modificaciones informáticas y legislativas a las que mas o menos estamos acostumbrados y nos vamos adaptando, viene una mas inquietante, es la Nueva Oficina Judicial, por la información que tenemos y no es mucha o yo al menos no la encuentro suficiente, tenemos la sensación de estar desamparados, desprotegidos; nos da la sensación de que van a jugar con nosotros como les venga en gana, que no respetaran nuestros puestos de trabajo y nadie realmente sabe muy bien a ciencia cierta como va a ser en realidad.
Por eso, os escribo esta carta para pediros ya que sois magos y necesitamos mucha magia en la Administración de Justicia, que ese proyecto tan ambicioso y que denominan Nueva Oficina Judicial no sea un desastre en su ejecución, ya que daría al traste mas todavía a la poca motivación que últimamente tenemos; también os pido que haya mayor entendimiento entre Sindicatos y Ministerio, pero por el bien de los que trabajamos en esta Administración ya que por nuestras manos pasa prácticamente la totalidad de la tramitación de la justicia de este país; también os pido que en caso de implantarla y adolecer de errores graves a la primera evidencia se puedan rectificar con eficacia y celeridad y no miren “los papás del invento” a otro lado echando siempre la culpa a los mismos y dejando pasar el tiempo, lo digo porque parece que tienen bastante tendencia a ello.
También os pido que no nos coarten la posibilidad de movilidad como la tenemos hasta ahora, es decir, que no nos muevan a su antojo, ya que si estamos ahora en algún destino es porque lo hemos elegido y se nos ha adjudicado en un concurso de traslado en el que se han aplicado criterios objetivos, no como parece que quieren hacer: movernos de un puesto de trabajo a otro distinto según las necesidades, que parece mas un método para vestir un santo y desnudar a otro. Además hablan de puestos de trabajo, se les olvida que somos funcionarios que hemos obtenido una plaza en la administración pública, acreditando mérito y capacidad en un proceso selectivo muy duro, no nos han regalado un puesto de trabajo, ya que este último se obtiene sin acreditar mérito y capacidad o en menos medida y entra en el ámbito de la empresa privada no en el ámbito de la administración pública, pero bueno eso es la maldad que tiene la laboralización de la función publica, bueno lo dejo que me estoy yendo por otros derroteros y puedo aburrirles, pero es que cada vez creo mas que nuestros dirigentes en su calidad de titulares de la administración pública piensan como la mayoría de la ciudadanía, que somos unos vagos y unos enchufados, a los ciudadanos se les puede perdonar por ignorancia pero es inaceptable en nuestros dirigentes, en este caso y en su calidad de titulares de la administración pública y que a pesar de su preparación, confundan lo que es una plaza para prestar funciones en la administración pública con un puesto de trabajo pensado para criterios establecidos en la empresa privada; además como deben de saber bien un puesto en la administración pública entra en el ámbito de lo contencioso-administrativo para resolver posibles conflictos que pueda darse y el puesto de trabajo entra en la jurisdicción laboral.
En fin al grano, ya se que os pido mucha magia y la verdad que aunque hayamos sido “buenos” (si, ¿que pasa?, a nuestra manera lo hemos sido) os pediría que no nos perjudique en definitiva el estatus que hemos obtenido como funcionarios, no os pido privilegios, sino conservar los derechos adquiridos que parecen que cada día nos van mermando mas o están en vías de hacerlo inventando un montón de vericuetos legales.
En resumen queridos Reyes Magos os pido que no nos consideren recursos humanos, porque ante todo más que recursos humanos, somos personas, y eso parece que los Sindicados y el Ministerio lo olvidan muy a menudo.
Y por último, y no por ello menos importante, os pido que esta familia macera siga unida.
Una loca cuerda macera.