Seguramente que ya ni nos acordamos donde estuvimos de vacaciones este verano... ufff, cuánto tiempo hace ya de aquello!
Si echamos un vistazo al calendario, desde entonces no ha habido un maldito puente, ni fin de semana estirao -salvo aquellos que hemos pagado con dias por asuntos propios-.
Por fín nos llega el Puente de la Constitución (¡aunque este año no podamos estirarlo...!), y cada cual ha hecho sus planes en mayor o menor medida: kedada, amigos, familia, retiro espiritual, poner en orden la coleccion de sellos, arreglar el trastero, pintar el techo del baño, etc.
Es el anuncio de lo cercanas que se encuentran las 'minivacaciones' de Navidad, donde apuraremos aquellos dias de asuntos propios que durante el año hemos ido racaneando para ahora, de una, de correprisas, a saltomata, y sacando a la luz nuestros estudios sobre "Ingeniería Vacacional" los agotemos todos antes de que se pierdan sin más.
Trasladada a estas invernales fechas: ¿A cuántos nos espera muy pronto la siguiente escena? ¡Vayan cogiendo sitio!:
